Poesía


Palabras guímaras són,
palabras de cantos ciento
de la mi tierra pasión
que no se las lleve el viento....

...Y para que no se las lleve podéis enviar vuestras poesías a rpradalf@gmail.com  y así verlas publicadas en esta sección.

A Videmala
    por   Olga Alonso Rodrigo

Mi pueblo es Videmala
en la tierra de Alba está
tierra pobre y sencilla
de gran generosidad.

Tiene sus casas de piedra
su era para trillar
su fuente, su campanario
y una plaza irregular
con una verde farola
alzada firme en metad.

Hay Rodillón y Avellanos,
Cabezo, Valdemolinos,
molinos, que en otros años
hacían harina del trigo.

Un río que no es tan malo
un peñón de la Bregera
una poza, unas lagunas
Valfondo y Peñafranquera.

Recuerdos de los ancianos
de su trabajo en la era
ilusiones de los jóvenes
reunidos en las escuelas.

Tantas cosas hay en el pueblo
que no puedo mencionar
pero de todas sus gentes
yo me quiero acordar
dedicando esta poesía
a los guímaros que ya no están
y a todos los que quedamos
¡nos proteja San Julián!

Y por si esta poesía
alguien quiere criticar
que lo haga sin reparo
que a mí me va a dar igual.

                    Olga Alonso




Adiós burro adiós
    por   Quico López
Por la mañana salías
camino de la Gadaña
duro trabajo te esperaba
había que sacar el agua.

Y te tapaba los ojos
para engancharte a la noria
tu me sacabas el agua
para regar la zanahoria.

Y de la huerta traía
en su lomo las patatas
de la viña las uvas
del monte leña y pajas.

Y en tu lomo cabalgaba
cuando zagal yo era
para llevar al pastor
desayuno, comida y cena.

Y te ponía la albarda
para acarrear mucha leña
que con su humo hacía
conservar bien la despensa.

Y en la fiesta San Julián
de gala yo te vestía
para correr esas cintas
pues yo así me divertía.

Fuiste mi fiel servidor
y te vendí a un comprador
para comprarme un tractor
tu rival tu competidor.

Tú burro ya no rebuznas
en los valles guimareños
maldito sea el tractor
que ha acabado con tus sueños.

Quiero pedir mil perdones
aunque tuve mis razones
para tomar tan duras decisiones
en contra de otras muchas opiniones.

Tú asno medio cansino
andabas por el camino
sin importarte un pepino
al lomo con Belarmino.

Mucho sabías galopar
y al trote también andar
y sin casi descansar
llegabas a Retalcollar.

Tú llevabas al altar
a los novios a casar
para luego pasear
antes de llevarlos a mear.

Tú no eras letrado
con un gran arado
muy bien acostumbrado
trabajabas en Retalquemado.

Cuando de moler venías
hojas de zarza comías
para cargar energías
en esas mañanas frías.

Te llamaba burro cardán
eras un gran comilón
pacías en el Rodillón
y bebías agua en el pilón.

Tu amada estaba en la higuera
atada por primavera
sin que nadie lo supiera
la empreñaste a la primera.

El tiempo transcurrió
su ubre mucho creció
el veterinario no apercibió
que el cardón la empreñó.

Cuando la burra parió
a todos nos sorprendió
pues nadie sospechó
que aquello allí sucedió.
                    Quico López



Entre Jaras y entre escobas (fragmentos)
por Paco Lobo

Manantial, que de la roca brotas,
donde con manos rudas en el pasado,
hicieron un cuenco, para ti tallado,
bebiendo el agua, cuando rebosas.


Acercándose en silencio,
aboca sus labios resecos
y como si fuera un beso,
sorbió tu agua del cuenco
quién a ti llegó sediento.


El agua fresca que brindas,
trae con ella recuerdos,
sus pensamientos se pierden,
igual que tú en el reguero.


Desea encontrar nueva vida,
quiere beber de otro cuenco,
quien sudoroso y cansado,
sació su sed al momento.


“Pilo” hoy has quedado muy solo,
rodeado del sosiego,
solo te queda el rumor,
de las hojas y del viento,
los que de ti se saciaron,
ya se han quedado en silencio.
                   
- - -


El monte invadió la tierra
que dejaron preparada,
plantó su bellota el roble,
y su semilla la jara;
las escobas, los tomillos,
las agavanzas y zarzas,
pueblan ahora aquellos huertos,
que un día el hombre cuidara.


Pronto llegarán al pueblo,
ocuparán nuestras plazas,
y a poco que lo dejemos,
morarán en nuestras casas

- - -

Adormilado en la tarde de verano,
relajado, orgulloso y somnoliento,
sueñas en lo que fuera otro tiempo,
al sentirte por el hombre dominado.


Hoy eres dueño y señor,
la tierra te la han dejado,
ya no escuchas las azadas,
no te molesta el arado.


Lanzaste esporas al viento
y el viento las fue sembrando,
que aprovechando el silencio,
las semillas germinaron.


Invaden riscos y valles,
el camino y los cercados
ya no hay temor por tus hijos,
los brotes no son quemados,
y si el hombre te respeta,
tus sueños se habrán logrado.


Monte, te pido disculpas,
por haberte despertado,
por profanar tu silencio,
por las huellas que he dejado,
pero sobre todo, monte,
quisiera daros las gracias,
a ti y a quién te ha creado,
que cuidasteis de nosotros,
para no ser lesionados,
también a nuestras mujeres,
Por haberlas preocupado.
                     
                        Paco Lobo

A la Madre
por Amparo Blanca San Francisco de Anta

Quisiera ver tu rostro
Y besarte otra vez
"Acurrucarme" en tus brazos
Y tu cariño tener.
Te marchaste de mi lado
Sin poderte detener
Aunque fuera soñando
Tus caricias obtener

Nunca tuve un cariño
Que más entrega me dio
Me diste mi vida entere
Me diste todo tu amor
Si pedirme nada a cambio
Me ofreciste lo mejor
¡¡Madrecita yo te quiero!!

Y solo me queda dolor
De no tenerla a mi lado
Y pagarle con la ternura
Que mucho me transmitió


jirones de la Vida
    por   Amparo Blanca San Francisco de Anta


Con mi soledad estoy.
Con mi silencios también.
Con el devenir de mi mismo
¡¡¡El Otoño me llegó!!!

Al volver los ojos atrás
Muchos jirones dejé
Jirones, que se van haciendo
Con dolor y con pasión

Pasiones de juventud.
Cuando de color rosa es
Pero hay jirones del alma,
¡¡Que lagrimas de lluvia son!!

Unas merecieron cariño
Otras, merecieron perdón,
Otras, sin encauzar el río,
Otras, que al mar no llegó

Con tantos avatares
La vida se me paso
¡¡Si, si, ya llegó el otoño!!
Otoño del corazón

No en balde la vida pasa
Dejando ¡¡Jirón a Jirón!!
Dejando las sienes blancas,
Por que el otoño llegó.
     
               
                    Amparo Blanca San Francisco de Anta

 


Amiga del alma
    por   Amparo Blanca San Francisco de Anta

Un camino de nardos y hojas.
hojas que el viento va a llevar
nardos, de dolores y sufrimientos
que en busca del viento van.

Amiga mía, yo te quiero
y tus sufrimientos ¡Sufre en mi!
tus dolores ¡Hieren mi alma!
tus lamentos ¡tormento son en mi!

Cuantos caminos, hemos recorridos
confidencias y silencios, rozan el mar
el mar que embravecido te responde
a tu duro, y maligno mal

¿Quién pone frenos a tus males?
¿Quién girara tu nave al mar?.
Los muchos que te queremos
a tu lado nos tendrás.

Resérvame un sitio amiga,
yo quiero a tu lado estar,
resérvame un sito
contigo quiero remar....

Con tu alegre sonrisa y tu "dicharachero" habla.

                    Amparo Blanca San Francisco de Anta


José Francisco Falcón quiere homenajear a un guimaro, que enseñó a todos los de su generación y alguna posterior también, el arte de la poesía, y sobre todo el arte de la declamación, haciéndo sentir en aquellos años, con García Lorca, Gabriel y Galán, y otros poetas desconocidos para la mayoría.

José guarda en su memoria algunas y ésta que aquí comparte es la que más le impactó. Se trata de una poesía de Victor Hugo y como dice José, D. Marcelo Rodrigo y Bartolomé se emocionaba muchísimo al recitarla:

Mi Ideal
por  Victor Hugo

¿De dónde soy? No lo sé
Sueño profundo envuelve mi memoria como un velo
Por patria….tengo la extensión del mundo
Cual tiene el ave la extensión del cielo.

Mi ideal, cuál es diréis acaso.
Aborrezco al tirano
Desprecio al que se arrastra por el oro
Quisiera unir en fraternal abrazo…
A los hombres del mundo
Y eso es todo.

Anda, ve… dicen al soldado
Coge presto el fusil y ve a luchar
No te importe que dejes desgraciados
Tus felices hijos
Tu tranquilo hogar

Anda, ve… y en interminable abrazo
Lo envuelve para siempre la enlutada
No hay ni cruz para el soldado raso
Ni lágrimas, ni plegarias, ni nada.

Quisiera ver donde un cuartel tiene su asiento
Un colegio que eduque corazones
Quisiera oír la voz del sentimiento,
En vez de oír la voz de los cañones

Este es mi sueño…y en mi sueño
Mi esperanza fundo, mi mayor anhelo
Por patria tengo la extensión del mundo
Cual tiene el ave la extensión del cielo.
                   Victor Hugo
Y para finalizar una poesía en clave de humor que no me resisto a publicar. Muchos visitantes sabrán que hay un grupo en Facebook donde los guímaros compartimos nuestras cosas y en el que de vez en cuando surgen dudas y consultas sobre costumbres y usos del lenguaje. Así nos describe Pepín “el del tío José” el gran interés que mostramos los miembros del grupo en aclarar el significado, origen y evolución de una de esas palabras perdidas.  
   
Una palabra
por  José Francísco Falcón

Jamás pensé yo, en la vida
que tanto diera que hablar
un montón de caca grande
al que llaman "muradal".

De lejos, ya lo ves feo
de cerca, aún lo es mas
y el olor es como un peo
al que no le ves final.

Somos guimaros, señores
y nos gusta mucho hablar
de todo lo que queremos
y nos gusta recordar,
de Videmala, de antaño
de las gentes y el lugar.

Quedai con Dios...

                     José Francisco Falcón